La importancia de la salud íntima de la mujer es indudable; sin embargo, hay muchas dudas al respecto, como cuáles son las pruebas ginecológicas más comunes, así como cierta vergüenza o pudor para acudir a una cita con un ginecólogo. Conocer las pruebas ginecológicas que existen y el procedimiento que se lleva a cabo es de gran ayuda para disipar dudas y relajarse antes de una consulta con el experto en ginecología.
Todas las pruebas ginecológicas que debes conocer
En una consulta ginecológica existen diferentes pruebas rutinarias y otras más específicas para conocer el estado de salud de la paciente y poder diagnosticar la presencia de diferentes patologías. Las más habituales son: citología, ecografía vaginal y la exploración mamaria.
Citología: También conocida como prueba de Papanicolau, consiste en la toma de muestras que permitan el estudio microscópico de las células de la vagina y del cuello del útero. Esta prueba ginecológica es imprescindible para diagnosticar alteraciones a este nivel, escalón imprescindible para la prevención de lesiones que, de no ser controladas adecuadamente, podrían derivar en cáncer.
Esta prueba ginecológica suele ser indolora, aunque puede provocar algunas molestias dependiendo de la zona de la que se extrae la muestra, así como de diferentes características de la paciente.
Colposcopia: En esta prueba ginecológica se puede observar con detalle el cuello del útero. Mediante un aparato con un sistema de lentes se pueden detectar lesiones de cérvix y afinar en el diagnóstico precoz de lesiones precursoras de lesiones premalignas o malignas, tanto en sus características como en su localización.
En este examen el ginecólogo introduce un espéculo en el interior de la vagina y luego se sitúa el colposcopio, visualizando vagina y cérvix. Luego frota el cuello del útero suavemente con distintos líquidos inocuos para resaltar ciertas zonas del cuello uterino que quiere observar con mayor nitidez.
Aunque esta prueba no es dolorosa, sí puede ser molesta. Se recomienda evitar las relaciones sexuales la noche anterior, así como usar óvulos vaginales al menos durante tres días antes de la prueba.
Biopsia: La biopsia consiste en la toma de una muestra dirigida de la posible zona afecta, para analizarla en el laboratorio. Suele realizarse en los casos en los que, tras una exploración o examen previo, el ginecólogo considera que alguna de las alteraciones es atípica y debe analizarse. Para la biopsia de cuello de útero no se utiliza anestesia ya que es una zona con poca sensibilidad y terminaciones nerviosas. Sin embargo, se puede experimentar un pequeño sangrado tras la prueba ginecológica.
Ecografía vaginal: La ecografía es quizá la más habitual de las pruebas ginecológicas rutinarias. Consiste en la observación mediante ultrasonidos de los ovarios, el endometrio y el útero, con una sonda exploratoria que se introduce en la vagina. Es un procedimiento indoloro imprescindible para el diagnóstico de patologías o enfermedades ginecológicas.
Histeroscopia: Gracias a una sonda de unos tres milímetros de grosor que se introduce en el útero, a través del cérvix, y que porta un sistema óptico, el experto puede observar el interior del útero y estudiar el endometrio (la capa interna del útero). Es una de las pruebas más comunes en las consultas de alteraciones el ciclo menstrual, fertilidad o para el diagnóstico de patologías o malformaciones uterinas.
Mamografía: la más conocida de las pruebas ginecológicas es la mamografía, un escáner radiológico (con rayos X) en el que se puede explorar el tejido mamario. Es imprescindible para la detección precoz del cáncer de mama, aunque según el caso se puede necesitar exámenes complementarios para completar el diagnóstico. Es indolora y, aunque con las últimas técnicas se ha reducido mucho la radiación, no está indicada para embarazadas o pacientes que sospechen que lo están.
Ecografía de mama: Esta prueba ginecológica es complementaria a la mamografía y la más usada para el examen mamario en menores de 40 años. Mediante frecuencias de ultrasonido se observan los tejidos mamarios y permite diferenciar nódulos y tumores que se detecten con la palpación o exploración clínica. Es el método utilizado en embarazadas y mujeres jóvenes.
Densitometría ósea: Se suele realizar en mujeres de más de 50 años o que presenten factores de riesgo de padecer una osteoporosis. Sobre todo, durante la menopausia se produce una pérdida notable de densidad ósea y la densiometría ayuda a conocer la cuantía de la misma. Es una prueba no invasiva ni dolorosa, además no requiere ningún tipo de intervención o inyección.
Analítica de sangre: aunque no sea una prueba ginecológica en sí misma, es muy habitual y recomendable realizar una en cada revisión ginecológica. Para una consulta ginecológica el perfil estándar de la analítica es suficiente para conocer los datos de salud general de la paciente.
Cómo prepararse para una prueba ginecológica
Lo más importante en cualquiera de estas pruebas ginecológicas es que estés tranquila y relajada. La mayoría son indoloras y ayudan a tu ginecólogo a detectar o diagnosticar posibles patologías o enfermedades. Por eso recuerda, cuanto más relajada te encuentres más cómodo será el momento y el experto podrá analizar tu estado de salud y recomendar, si fuese necesario, un tratamiento.
Para todas ellas es recomendable no usar lavados vaginales ni tampones en los días previos, ya que así la zona sufrirá menos molestias en estas pruebas. Además has de tener en cuenta que un ginecólogo experto como los de nuestra Clínica te ayudarán siempre y te tratarán atentamente. Confía en manos expertas y recuerda, comenta a tu ginecólogo si tomas medicamentos y/o anticonceptivos, así como otros datos relevantes para conocerte mejor y adecuar cada tratamiento a tus necesidades.
Mantener una buena salud íntima es importante porque repercute tanto en la fertilidad como en la salud general. Si tienes cualquier consulta o pregunta no dudes en ponerte en contacto con nosotros, ¡estaremos encantados de ayudarte!
Dr. José Mª Fernández Moya, Director Médico del Instituto de Medicina EGR.
Ginecología y obstetricia Madrid