Congelación de óvulos
Ser madre, en tu momento y con tus óvulos
La vitrificación o congelación ultrarrápida de óvulos es una técnica que permite la preservación de la fertilidad. Al vitrificarse, los ovocitos mantienen las características de la edad en que fueron congelados y pueden ser utilizados, en un futuro, por la mujer para conseguir embarazo.
Por qué congelar óvulos
1. Por motivos personales: Mujeres que quieren retrasar su maternidad por edad, estudios, trabajo, o no encontrar la persona adecuada con la que compartirlo….
2. Por motivos médicos: Mujeres que tienen que someterse a una cirugía ovárica (como endometriosis), quimio o radioterapia.
3. Por motivos éticos o religiosos: Hay mujeres o parejas que, en un ciclo de Fecundación in vitro, escogen inseminar 2 ovocitos y congelar el resto. De esta manera se transfieren los embriones que consiguen (1 ó 2) y no hay embriones sobrantes para congelar.
La congelación de óvulos es recomendable para las mujeres que se plantean embarazo por encima de los 35 años. A esta edad, la fertilidad de la mujer empieza a disminuir de forma significativa. Las mujeres nacen con un número de óvulos determinado genéticamente y a los 35 años sólo queda un 10% de la reserva ovárica. A la disminución del número de óvulos, se le suma el empeoramiento de la calidad ovocitaria, lo que se traduce en conseguir menos embarazos y aumentar el riesgo de aborto y anomalías en los niños nacidos. Congelar óvulos, si la mujer opta por una maternidad tardía, disminuirá el riesgo de necesitar, para ese fin, óvulos de donante.
La edad ideal para congelar óvulos es antes de los 30 años, aunque los resultados son buenos hasta los 35 años y algo más limitados de los 36 a 39 años. Salvo excepciones, no se recomienda congelar óvulos por encima de los 40 años. Este tratamiento no avanza ni retrasa la menopausia.
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Cómo se congelan los óvulos
En una primera consulta explicamos el proceso y se pueden hacer pruebas (ecografía y análisis de sangre) que determinan la fertilidad actual y la dosis de medicación más adecuada. Con la siguiente menstruación se puede comenzar el tratamiento.
El tratamiento de congelación de óvulos comienza con la regla y dura 8-10 días. Consiste en:
1. Estimulación ovárica: A partir del 3º- 4º día del ciclo se administran preparados hormonales inyectables (subcutáneos) que estimulan los ovarios. Con 2 ó 3 ecografías a partir del día 8º – 9º del ciclo, se controla el crecimiento folicular y la maduración de los ovocitos y se determina el momento óptimo para su recuperación.
2. Recuperación de los ovocitos: Los ovocitos se recuperan pinchando los ovarios a través de la vagina, bajo control ecográfico, y aspirando el contenido de los folículos (pequeños sacos de líquido que contienen los ovocitos). La punción folicular se practica bajo sedación en quirófano, y su duración es de unos 10 a 15 minutos. Pocas horas después la paciente regresa a casa, donde realiza reposo durante un día.
3. Vitrificación ovocitaria: En el laboratorio, el mismo día de la punción ovárica, los ovocitos son tratados con sustancias crioprotectoras y sumergidos en nitrógeno líquido a una temperatura de -196ºC.
Tras la extracción de los óvulos no hace falta tomar más medicación. La siguiente menstruación llegará de 3 a 10 días tras la punción ovárica. Durante el tratamiento, y hasta que baja la regla tras la extracción de los óvulos, se puede realizar una vida normal, aunque se recomienda no realizar deportes de impacto, ni mantener relaciones sexuales.
El número óptimo de óvulos congelados, para conseguir una tasa de embarazo futura cercana al 100%, es de 15 a 30, dependiendo de la edad de la mujer. En un ciclo de estimulación ovárica se consiguen alrededor de 10 a 20 óvulos en mujeres con una reserva ovárica normal, y de 6 a 10 óvulos en mayores de 35 años.
Cómo se consigue embarazo futuro con los óvulos congelados
Cuando la paciente decida utilizar los ovocitos vitrificados, se procederá a la desvitrificación (o descongelación) de los mismos. Los ovocitos se inseminarán mediante una fecundación in vitro con ICSI o microinyección de un espermatozoide de la pareja (o semen de donante) en cada óvulo. Así, al día siguiente, tendremos embriones que puedan ser transferidos al útero.
La transferencia embrionaria se puede realizar en un ciclo natural, sin estimulación de los ovarios. Esto consiste en realizar 2 ó 3 ecografías de seguimiento de la ovulación; y 5 días tras la ovulación se transfiere 1 ó 2 embriones al útero de la mujer. Diez días más tarde, sabremos si el embarazo se ha conseguido. La probabilidad de embarazo por transferencia embrionaria es del 67% en mujeres menores de 31 años. Es normal necesitar hasta 3 embriones para conseguir un embarazo.
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