Los síntomas de la fatiga crónica y la fibromialgia tienen algunas semejanzas que pueden confundir a los expertos en el momento de realizar un diagnóstico. Son enfermedades con semejanzas, pero no son iguales, existen determinadas diferencias que permiten aclarar cuándo se produce una u otra.
Aunque ambas enfermedades sean diferentes, sí tienen en común varios puntos, como por ejemplo el hecho de que ambas sean enfermedades limitantes en las cuales se sufre mucho en la parte física y psicológica. Uno de los aspectos que hace que sea díficil el poder diferenciar la fatiga crónica y la fibromialgia es que no hay un test o examen específico que permita identificarlas. Por este motivo es muy importante atender a sus síntomas y conocer sus principales diferencias para poder seguir un tratamiento adecuado.
En el siguiente artículo se explicará en qué consisten ambas enfermedades y cómo diferenciarlas.
¿Qué es la fatiga crónica?
La fatiga crónica o Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) es una enfermedad crónica compleja que se caracteriza por el cansancio excesivo y duradero que implica una importante discapacidad funcional en el paciente que la sufre. Puede llegar a afectar hasta el 50% del rendimiento habitual de una persona, hecho que implica la reducción de una forma importante de su actividad diaria. Hoy en día no se conoce exactamente cuál es la causa que genera la fatiga crónica, sin embargo se considera que pueden ser determinados virus que provocan infecciones los que estén implicado en el desarrollo de esta enfermedad.
El Virus Epstein-Barr (VEB), que afecta a vías respiratorias, genitales, ano, ojos y boca fue considerado hace tiempo como causa de la fatiga crónica, pero posteriormente se demostró que no tenía mayor participación que otras opciones existentes. Sin embargo, sí se tiene en cuenta que este virus parece favorecer la entrada de otros virus y ello sí puede ser importante en esta enfermedad.
Otros factores relacionados con la fatiga crónica y que se encuentran en fase de estudio son la edad, el estrés, la respuesta autoinmune ante el virus, sustancias químicas, agentes tóxicos y la genética.
A pesar de que la fatiga crónica implica un agotamiento intenso, éste no disminuye tras realizar descansos, y además, puede empeorar según la actividad mental o física que se haya realizado. Normalmente es una efermedad crónica porque el porcentaje de curaciones es muy bajo, oscila entre un 5-10%.
A continuación se explican cúales son los principales síntomas de la fatiga crónica.
¿Cuáles son los síntomas de la fatiga crónica?
La fatiga crónica consiste en una inflamación del sistema nervioso central y muscular que tiene una amplia variedad de síntomas. Estos síntomas se basan principalmente en la disfunción endocrinóloga, inmunológica y neurológica. Uno de los principales síntomas es la presencia de fatiga por una duración de 6 meses o más, en la que el paciente se siente agotado sin una causa evidente.
A continuación se explican cuáles son los principales síntomas de esta enfermedad:
- Limitación en realizar las actividades diarias
- Tener dolor de cabeza
- Debilidad
- Mialgias
- Insomnio (trastornos en la cantidad de sueño y en el ritmo de sueño).
- Deterioro de la memoria
- Fatiga persistente después del reposo
- Fatiga intensa post-esfuerzo (dolor, fatigabilidad cognitiva y muscular, pérdida de resistencia mental y física).
- Febrícula
- Depresión
- Irritabilidad
- Sensación de pesadez en brazos y piernas (dolor en músculos y articulaciones)
- Falta de atención y concentración
- Intolerancia a los olores
En general, el paciente que sufre fatiga crónica sufre un gran impacto en la realización de sus actividades.
Atendiendo a la importante repercusión que se genera en el día a día del paciente, es importante analizar cuáles eran las actividades físicas e intelectuales que tenía el paciente antes y después de la instauración de la enfermedad para poder establecer la mejor medida de impacto de esta enfermedad.
Algunas enfermedades que presentan un cuadro sintomático similar son el síndrome de fibromialgia, la encefalomielitis miálgica, la neurastesia, la mononucleosis crónica y las sensibilidades químicas múltiples. En estas enfermedades la fatiga puede no ser el síntoma principal, se presenta en todos los casos y aparecen también alteraciones en los sistemas inmunológicos, neurológicos y endocrinos.
Es importante mencionar que existe un determinado número de patologías que sí suelen tener tratamiento y que pueden provocar también fatiga. Estas enfermedades pueden ser: hipotiroidismo, hemoglobinopatías, narcolepsia, trastornos depresivos graves, trastornos hormonales, la obesidad, etc.
¿Cómo tratar la fatiga crónica?
No existen medicamentos o una cura específica. Teniendo en cuenta que los síntomas pueden cambiar con el paso del tiempo, los médicos deben vigilar con frecuencia cómo se encuentran los pacientes para cambiar el tipo de tratamiento cuando sea necesario.
La fatiga crónica es una enfermedad que puede presentar en diferentes formas según el paciente. En general, es necesario un tratamiento que incluya un plan para tratar aquellos síntomas que más afecten o incapaciten al paciente, aliviando sus síntomas. A grandes rasgos, los principales grupos que se destacan en el tratamiento serían los siguientes:
- Tratar en primer lugar aquellos síntomas que sean más perturbadores
- Tener una vigilancia sobre aquellos medicamentos y suplementos que se venden con o sin receta, así como de los suplementos alimenticios y herbarios
- Controlar el ejercicio evitando extremos y modificando aquellos ejercicios que sean necesarios
- Mejorar la calidad de vida y la salud. Mantener una alimentación saludable es fundamental.
En algunos casos, debido a la larga duración en el tiempo de la enfermedad, algunos pacientes adquieren síntomas de aislamiento y depresión.
Algunos consejos que se pueden facilitar a los pacientes son los siguientes:
- Intentar llevar una vida social activa para no caer en la sensación de aislamiento que se comentaba anteriormente.
- Redistribuir las tareas en actividades más pequeñas para no sufrir un cansancio excesivo.
- Realizar técnicas de relajación para reducir el estrés.
- Evitar realizar actividades intensas en aquellos días que haya más cansancio.
Hace unas semanas se habló de la fibromialgia en este blog. A continuación explicaremos los principales rasgos de esta enfermedad para pasar a explicar las principales semejanzas y diferencias entre la fatiga crónica y la fibromialgia.
¿Qué es la fibromialgia?
Es una enfermedad crónica que se caracteriza por el dolor crónico localizado en zonas tendinosas, articulares, viscerales y musculares. Esta enfermedad no se detecta a través de pruebas específicas, sino a través de sus síntomas asociados. De la misma forma, fatiga crónica y fibromialgia están más asociadas a mujeres que a hombres.
No se conocen de forma exacta las causas que provocan la fibromialgia, sin embargo sí aparecen algunas evidencias que pueden estar implicadas, tales como alteraciones en determinadas sustancias que forman parte de procesos neuroquímicos, desequilibrio de neutrotransmisores del sistema nervioso, cierta predisposción genética en aquellas personas que han tenido algún familiar que la ha padecido, asociación a cuadros depresivos, etc.
¿Cuáles son los síntomas de la fibromialgia?
En general se estima que los síntomas de la fibromialgia son originados por una alteración central de la sensibilidad al dolor. Ello genera unos desajustes que se transforman en dolor en los tejidos.
Los principales síntomas que se destacan son:
- Mareos y sensación de inestabilidad
- Ojos y boca secos
- Dolor en mandíbula
- Rigidez muscular
- Contracturas en varios grupos musculares
- Problemas para concentrarse
- Palpitaciones
- Intolerancia a medicamentos
Es importante destacar que existen diferentes niveles de gravedad (3 grados, leve, moderado y grave). Según su nivel, la interferencia con la realización de actividades diarias será mayor o menor, llegando a algunos casos a ser necesaria la solicitud de baja temporal por enfermedad.
¿Cómo tratar la fibromialgia?
Los principales objetivos en el tratamiento de la fibromialgia es mejorar algunos de los síntomas que se producen en la enfermedad tales como el alivio del dolor, mejorar la calidad del sueño y restablecer el equilibrio emocional. Los posibles tratamientos se pueden resumir en:
- Actividad física, mediante la realización de un programa de ejercicios. El ejercicio aeróbico mejora el rendimiento y puede ayudar a disminuir el dolor.
- Terapia psicológica en la cual se pretende enseñar al paciente cómo afrontar la enfermedad y adquirir hábitos que ayuden a su recuperación.
- Fármacos mediante antidepresivos o relajantes musculares para mejorar los síntomas de la enfermedad.
Principales semejanzas entre fatiga crónica y fibromialgia
Las principales características que se aprecian entre fatiga crónica y fibromialgia se resumen en el siguiente listado:
- Dolor de cabeza
- Sensación de cansancio
- Depresión
- Dolor en las articulaciones
- Ambas enfermedades crónicas suelen tener una mayor incidencia en mujeres que en hombres.
- Dificultad para dormir de una forma continuada.
Ambas enfermedades se pueden padecer de forma simultánea, siendo la fatiga crónica la primera fase de fibromialgia, provocando una fatiga extrema.
Principales diferencias entre fatiga crónica y fibromialgia
Fatiga crónica y fibromialgia son enfermedades que pueden confundirse fácilmente. Sin embargo, una de las principales diferencias entre ambas es que en la fibromialgia suele predominar más los síntomas de dolor muscular que el cansancio, más presente en la fatiga crónica. Características de la fatiga crónica:
- Empeora con la realización de ejercicio
- Puede causar fiebre
- Se produce agotamiento al hablar
- La fatiga no parece desaparecer
- La edad de inicio suele estar entre 29 y 35 años.
- La proporción mujer/hombre es 3/1
- La forma de inicio de la enfermedad suele ser brusca en un 80% de los casos
- Algunos enfermos tienen sensación de estado pregripal acompañada de escalofríos.
- Agotamiento de piernas extremo.
- Hipersensibilidad a medicaciones, a determinados ruidos y dosis mínimas de alcohol.
- Sí hay presencia de dolor de garganta
Características de la fibromialgia:
- La edad de inicio es más tardía que en la fatiga crónica. Suele estar comprendida entre los 44-55 años.
- La fatiga no es extenuante
- No se produce agotamiento al hablar
- La fatiga se alivia con el sueño
- No hay fiebre
- La enfermedad mejora con la realización de ejercicio.
- La proporción mujer/hombre es 10/1
- Eficacia del ejercicios aeróbico
- Sensación de fatiga generalizada y no tan intensa.
- No se aprencia hipersensibilidad a medicamentos, ni tampoco a ruidos o dosis mínimas de alcohol.
- Puede o no presentar dolor en las articulaciones
- No hay presencia de dolor de garganta
Dieta recomendada para fatiga crónica y fibromialgia
Principalmente se recomiendas alimentos que potencien la inmunidad, que mejoren el sistema muscular y la secreción de serotonina, encargada de mantener un buen estado de ánimo. Teniendo en cuenta estos parámetros, la alimentación debe basarse en:
- Verduras
- Frutas
- Carne roja
- Pescado azul
- Legumbres
- Frutos secos
- Huevos
- Productos lácteos
- Cereales integrales
- Moluscos
- Mariscos
El zinc y la vitamina C mejoran la inmunidad a través de sus propiedades víricas. La vitamina B en alimentos es adecuada para personas estresadas o fatigadas. El magnesio es vital para el funcionamiento muscular y aquellos que sean ricos en ácidos grasos esenciales como Omega3 y Omega6 ayudarán a aliviar los síntomas de la fatiga crónica. Finalmente, los hidratos de carbono proporcionarán un aporte de enrgía constante y ayudarán a estabilizar el nivel de glucosa en sangre.
Esperamos que esta información sea de vuestro interés. Ante cualquier consulta, recomendamos acudir a un centro médico y concertar cita con un reumatólgo, que pueda aclarar todas las dudas y facilite un diagnóstico específico a los síntomas presentados. Tal y como se ha comentado anteriormente, los síntomas de ambas enfermedades crónicas pueden implicar otro tipo de enfermedades que conllevan un tratamiento completamente distinto.
Autor: Dr. Antonio Torrijos Eslava – Reumatología, Instituto de Medicina EGR