Infección del tracto urinario (ITU)
Es la forma más común de infección bacteriana. Suponen el 1,2% de todas las consultas médicas en mujeres y del 0,6% en varones.
La cistitis aguda es la forma de presentación más habitual de la ITU no complicada. La ITU ocurre cuando la virulencia del agente bacteriano aumenta o cuando los mecanismos de defensa del huésped se alteran.
La ITU es una respuesta inflamatoria del epitelio de la vejiga a una invasión bacteriana. Las bacterias se introducen dentro de las células de la vejiga, allí proliferan, finalmente se produce una exfoliación de las células superficiales infectadas y lesionadas.
Incidencia de la ITU
50% de las mujeres presentan una ITU a lo largo de su vida. En la mujer premenopáusica, es más frecuente en la primera parte del ciclo pues es cuando la bacteria tiene más adherencia.
80% de los casos sucede después de una relación sexual. Normalmente 24 horas después.
30% suele haber una recurrencia de la ITU. Son aquellas pacientes que tienen un aumento de receptores para E.Coli en las células epiteliales vaginales. Son de repetición cuando hay 3 o más ITU en un año o dos o más ITU en los últimos 6 meses.
Gérmenes más frecuentes: 1º E coli (85% de las ITU adquiridas en la comunidad y 50% de las intrahospitalarias) 2º Proteus Mirabilis. Todos proceden normalmente de la flora intestinal.
Vías de infección
Vía ascendente o retrógada. Mecanismo más común. Desde el reservorio intestinal pasan a vagina, y asciende a través de la uretra a la vejiga.
Vía hemática. Son más excepcionales, proceden de otra localización distinta a la urinaria, como por ejemplo la boca y viajan a través de la sangre.
Causas que propician la ITU
Longitud de la uretra. En la mujer es de 2-3 cm, lo que supone que las bacterias fácilmente asciendan de la vagina a la vejiga. En varón más difícil pues la uretra mide 17 cm.
Estreñimiento. Pues favorece la ocupación permanente del E coli en el recto.
Diabetes. Pues en estos pacientes está disminuida la inmunidad, por ello además de ser más fácil la ITU, también tienen predisposición a que sean más graves.
Embarazo. Hay más susceptibilidad de adherencia del germen en estadíos iniciales del embarazo. Hay además dilatación de uréteres y pelvis renal así como cambio de ph de la orina (mas alcalino). Por ello si durante el embarazo no se trata la bacteriuria el riesgo de pielonefritis asciende al 20-30%.
Incontinencia urinaria. La humedad resultante favorece el cambio de flora vaginal, que a su vez favorece la ITU.
Causas de la ITU en la menopausia
Cambio hormonal. Disminución de estrógenos, supone una disminución de lactobacillus vaginal y por tanto un aumento del ph vaginal que favorece la ITU.
Prolapso genital. Más frecuente en esta etapa de la vida, el propio descenso de la vejiga favorece un menor vaciado vesical, y por tanto retención de orina que es un caldo de cultivo perfecto para las bacterias.
Vaciado vesical incompleto. Por pérdida de elasticidad vesical, disminución del tono y por tanto dificultad para vaciar completamente la vejiga.
Relaciones sexuales. En esta etapa hay una falta de lubricación vaginal que hace que las relaciones sexuales sean más traumáticas, además de que hay una disminución de las capas del epitelio vaginal que favorece la invasión de las bacterias a la vejiga.
ITU en la mujer joven
Relaciones sexuales. Cistitis de luna de miel, por aumento del número de relaciones sexuales, favorece la ITU.
Métodos anticonceptivos.
+ DIU. Sobre todo por cuerpo extraño de presencia prolongada
+ Espermicidas. Disminuyen la flora vaginal sobre todo de lactobacillus.
+ Diafragma. Ejerce una presión sobre la uretra y dificulta el vaciado de la vejiga.
Exceso de humedad. Cuando se llevan prendas íntimas muy apretadas y por tanto poco aireadas. A veces la propia humedad de bañadores altera la flora vaginal con una disminución de los lactobacillus.
Diagnóstico
Clínica. disuria, polaquiuria, tenesmo vesical, en ocasiones dolor suprapúbico y hematuria.
Sedimento de orina. piuria, presencia de leucocitos en orina, suele indicar infección y respuesta inflamatoria del urotelio. Bacteriuria.
Cultivo de orina. Recuentos de 100.000 unidades formadoras de colonias/ml o si hay disuria con 100 unidades formadoras de colonias /ml es suficiente
Características de la orina. Olor amoniaco, orina colúrica o hematúrica.
Defensas naturales de las vías urinarias
El aparato genitourinario tiene sus propios mecanismos defensivos. Cuando estos se ven alterados, la posibilidad de padecer un proceso infeccioso se incrementa. Estos son:
La flora normal del introito vaginal: lactobacillus. Son una barrera contra la colonización de patógenos urinarios. Mantienen la acidez a nivel de la vagina, pues producen ácido láctico y peróxido de hidrógeno.
La composición y del ph de la orina. La proliferación bacteriana se inhibe cuando la orina está muy diluida. La osmolaridad es muy alta y cuando hay un ph bajo. También cuando hay un elevado contenido de urea y ácidos orgánicos.
La vejiga y su respuesta inmunitaria. Cuando hay una ITU en la vejiga se desencadena una respuesta inmunitaria.
Proteina Tamm-Horsfall (uromodulina). Se produce en el riñón y está en altas concentraciones en la orina. Presenta una cadena de manosa que satura las fimbrias de la bacteria y bloquea su adherencia al urotelio.
Posibles tratamientos en la recidiva de la ITU
Hábitos de vida
Incrementar la ingesta de líquidos. La micción abundante ayuda a eliminar las bacterias de la vejiga.
Micción postcoital. Orinar siempre después de una relación sexual para eliminar los gérmenes.
Corrección del estreñimiento. Pues los gérmenes que producen la ITU provienen mayoritariamente del tracto digestivo.
Limpieza de la zona ano-genital de delante hacia atrás. Siempre después de defecar u orinar, evitamos que los gérmenes asciendan a la vejiga.
Antibióticos
Tratamiento de la infección aguda. Utilizar los antibióticos a los cuales el germen es más sensible y durante un tiempo adecuado. Los más utilizados son fosfomicina, nitrofurantoina, ciprofloxacino.
Tratamiento de la ITU de repetición. Dosis bajas de antibiótico en toma nocturna, prolongando su toma durante meses o también se ha utilizado profilaxis después del coito.
Estrógenos locales
Favorecen la disminución del ph vaginal. Disminuye la colonización del E Coli del 67% al 37%
Aumentan las células epiteliales en vagina y la lubricación.
Aumenta la presencia de lactobacillus, pues promueve su crecimiento
Vacunas
Autovacunas. Se recoge un cultivo de orina cuando la paciente tiene la ITU antes de tomar antibiótico, y se replica el mismo germen que le provoca la ITU para crear una vacuna. Se maneja la forma inactiva del germen.
Utilización. Se administra normalmente dos nebulizaciones sublinguales cada 24 horas durante tres meses.
Mecanismo de acción. Produce una secreción de anticuerpos sobre todo IgA a nivel de todas las mucosas entre ellas la vesical ayudando a la prevención de la ITU.
Se puede utilizar junto a productos que contengan PAC, manosa, lactobacillus, vitamina C pues amplifican su beneficio.
Arándano rojo americano
Su consumo evita la adherencia de bacterias uropatógenas como E coli en la pared del urotelio, principalmente a través de dos de sus compuestos principales:
Ácido quínico. Ayuda a disminuir el ph de la orina inhibe la proliferación bacteriana.
Proantocianidinas tipo A. Producen:
+ Efecto antiadhesividad bacteriano. Impide la fijación del E coli a la vejiga.
+ Protege la mucosa vesical. Facilita la reconstrucción de la misma.
+ Barre el E coli intestinal. Se elimina por heces
+ Mínimo 40 mg PAC/dia. Disminuye el 50% de las recurrencias al año. Facilita la acción del antibiótico. Pueden tomarlo embarazadas y diabéticos.
D-Manosa
Su acción se realiza ocupando las fimbrias tipo 1 del E. coli y evita la adherencia del germen a la vejiga.
Dosis diaria son 2 gramos para prevenir la ITU. Hay estudios tomándolo durante seis meses, se reduce a la mitad las ITU respecto a los que no toman la D-Manosa.
Probióticos
Organismos vivos para restablecer la flora vaginal normal, representada por los lactobacillus. Estos compiten por los receptores de adhesión de bacterias y hongos, producen sustancias antimicrobianas como el ácido láctico o peróxido de hidrógeno.
Protegen a la vejiga frente a la colonización de uropatógenos.
Adherencia a la superficie de las mucosas. Crean una barrera natural frente a los patógenos.
Equilibran la flora intestinal. Previenen las reinfecciones causadas por E. Coli, disminuyendo su concentración.
Vitamina C
Estimula las defensas. Disminuye por tanto las posibilidades de ITU.
Acidifica la orina. Inhibe la proliferación bacteriana.
Favorece la acción de los antibióticos.
Dosis de 100 mgr durante tres meses reducen la incidencia de ITU en un 30% respecto a un régimen sin vitamina C.
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Dr. José María Fernández Moya · Director Médico · Instituto de Medicina EGR