Como sabemos, la Navidad es la fiesta cristiana más popularizada en la que se celebra el nacimiento de Jesús. Sin embargo, hoy en día también es celebrada por gente no creyente, habiéndose convertido en un festejo de convivencia social y familiar, sin vincularse necesariamente a religión alguna.
En ocasiones puede ser una época de grandes tensiones, evítalas!
Alrededor de la Navidad se despliegan una serie de costumbres tales como el alumbrado llamativo y colorido de las calles, la puesta de belenes y árboles de Navidad en las casas, así como el intercambio de regalos y las reuniones entre familiares y amigos.
En relación a esto último, supone un momento de encuentro con personas de nuestro entorno, a algunas de las cuales vemos a menudo o no y/o con quienes tenemos buena relación o no. De ahí que, en ocasiones, se acaben enturbiando estas fiestas debido a rencillas o conflictos no resueltos que salen a la luz, en parte, debido a la desinhibición que produce un aumento de los niveles de alcohol en sangre…
Para evitarlo, es importante que tengamos en cuenta que se trata de algo puntual. Hemos de hacer gala de la madurez que se supone nos caracteriza como adultos, así como uso de un gran aliado como es la buena educación (si es que queremos expresar eso que llevamos dentro). Podemos afrontar dicho momento focalizándonos en todos aquellos con los que sí nos gusta estar, en los alimentos a degustar, dejando de lado cualquier cosa que pueda incomodarnos tanto a nosotros mismos como a los demás.
Aprovecha una gran ocasión para compartir con tus seres queridos.
Por el contrario, otras muchas personas lo viven como una gran oportunidad para ponerse al corriente y disfrutar de la presencia de aquellos a quienes no ven tan a menudo. En este caso, no debemos olvidar que cualquier momento del año es bueno para dedicar tiempo y cultivar las relaciones que nos enriquecen, que suman y nos alimentan el alma.
En ese sentido, precisamente por tratarse de una época que se caracteriza porque parece que las muestras de cariño y las ganas de compartir con los demás nos nacen más fácilmente, mucha gente la vive con tristeza y nostalgia por echar en falta a los seres queridos que hoy ya no están con nosotros. Sin embargo, de nuevo, cabe señalar que cualquier momento es bueno para recordarles y rendirles homenaje, aceptando que si bien nada podrá reemplazar todo lo vivido con ellos, hoy hemos de vivir en el presente por tratarse de lo único que es seguro que tenemos, dándonos permiso para disfrutarlo y respirarlo junto a todos los de nuestro alrededor. Contagiémonos del espíritu infantil que vive estas fechas desde la magia y la ilusión expectante por descubrir los regalos que nos trae la vida y ¡Celebremos que estamos vivos!
El equipo del Instituto de Medicina EGR te desea una ¡Muy feliz Navidad! y que disfrutes de la compañía de tus seres queridos.
Cinthia Sánchez Pacha · Psicología · Instituto de Medicina EGR