La autoexploración de senos consiste en palparse una misma las mamas en busca de algún tipo de bulto o anomalía nueva. Gracias a una autoexploración es fácil detectar de forma precoz síntomas que pueden desarrollar enfermedades como el cáncer de mama. Aunque en determinados casos localizaremos bultos de carácter benigno.
En relación a la autoexploración de senos, lo ideal es hacerlo una vez al mes, después de la regla ya que los cambios físicos provocados por la etapa de ovulación y premenstruación pueden dar lugar a inflamaciones o retenciones de líquido que pueden crear confusión. En caso de las mujeres con menopausia, la exploración se ha de realizar igualmente una vez al mes, siempre el mismo día elegido (por ejemplo el día 8 de cada mes). Antes de comenzar con el período de autoexploración de senos, es importante haber acudido al especialista para conocer el estado inicial de las mamas y preguntarle, si no tenemos certeza de cómo hacerlo, la mejor manera de palparse en busca de algún nódulo o bulto.
Cuando buscamos alguna anomalía a través de la autoexploración de senos, hay ocasiones en las que determinados bultos o cambios pueden llegar a verse más que a sentirse, por lo que es importante, además de palparse, hacerlo frente a un espejo, observándose detenidamente.
Pasos para la autoexploración de senos
El proceso para realizarse correctamente una autoexploración de senos viene marcado por una serie de sencillos pasos:
- 1-Observación: frente a un espejo, como decimos, con los bazos pegados al cuerpo para observar si existe alguna asimetría entre las mamas, piel rugosa, cambio de tamaño o color de alguna de ellas, si tienen contorno irregular, si están inflamadas… Importante detenerse también en la areola y los pezones, estudiar su color y forma, si hay heridas o si segregan líquido, si alguno de los pezones está invertido o enrojecido.
– Seguidamente se levantan ambos brazos y se comparan las mamas y las axilas buscando si existe alguna de las alteraciones anteriores.
– La siguiente postura para observar si hay diferencias es con los brazos en jarra, a la altura de la cintura haciendo fuerza hacia afuera para contraer el tórax.
- 2-Exploración: sin despegarnos del espejo y elevando uno de los brazos, comienza a palpar la mama próxima a dicho brazo (mama izquierda se palpa con mano derecha). Busca si hay algún bulto o rugosidad, palpa la parte próxima a la axila y debajo de la mama. No te olvides de la areola y los pezones, presta especial atención en esta zona para ver si están enrojecido, duelen o sangran. Repite el mismo proceso con la otra mama, levantando el brazo próximo a ella (mama derecha se palpa con mano izquierda). Muchas mujeres prefieren realizar esta parte del proceso en la ducha o con la piel mojada, para conseguir una textura resbaladiza que les facilita la exploración.
-Por último, túmbate sobre la cama y apoya la cabeza sobre un cojín. Siguiendo el mismo procedimiento anterior, la mama cercana al brazo levantado se palpa con la mano contraria, procedemos a palpar ambas mamas sin necesidad de pellizcar ni hacernos daño.
- 3-Dolor: es uno de los síntomas que más suele preocupar a la mujer, puede indicar que algo no va bien pero no suele ser, por lo general, indicativo de cáncer. La alteración del plexo cervical y del intercostal (donde está inervada la mama) y los cambios hormonales durante los ciclos femeninos son causas frecuentes del dolor de mamas. Aún así si sientes dolor en algún punto del pecho durante una exploración de senos o sentir un dolor sin necesidad de palparlo, acude a tu doctor para tranquilizarte.
Autoexploración de senos. Cuándo preocuparse
Es importante tener claros los síntomas que pueden desarrollar una enfermedad grave. No hay que dejar de acudir inmediatamente al ginecólogo si durante una exploración de senos se da alguno de estos síntomas:
- Aparición de un bulto nuevo y perpetuo en la mama o en la axila
- Retracción u hundimiento del pezón
- Heridas o costras en el pezón
- Secreción oscura o sangrienta por el pezón
- Enrojecimiento de la piel de la mama o aparición de piel de naranja
- Endurecimientos, hoyuelos y pliegues en la piel
- Inflamación de las mamas, asimetría entre ellas o cambios de temperatura (puede ser mastitis pero conviene asegurarse)
Hay que aclarar que es importante analizar en detalle cada uno de estos síntomas y no alarmarse de inmediato, puesto que pueden ser, en muchos casos, procesos benignos que no supongan un mayor peligro.
En definitiva, la autoexploración de senos está recomendada por la mayoría de los especialistas aunque, en muchos casos, ha supuesto una polémica por crear alarma social y situaciones de ansiedad entre las mujeres. La recomendación más común es realizarla pero no con objeto de pensar en detectar un cáncer de manera precoz, ya que la obsesión por padecerlo puede llevar a la mujer a acudir más veces al médico y a ser sometida a una serie de técnicas de análisis invasivas, no saludables si se realizan repetidamente.
Ante cualquier bulto o anomalía en el pecho será el especialista quien decidirá realizar las pruebas pertinentes (ecografía, mamografía y biopsia), que determinarán si se trata de un cáncer de mama o no.
La autoexploración es recomendable a cualquier edad sea cual sea el estado de la mujer (embarazada, en periodo de lactancia, menopausia…) En mujeres que ya han padecido cáncer es de obligatorio cumplimiento la autoexploración de senos de forma periódica, siguiendo las indicaciones del médico. Sea cuál sea tu situación en relación a este tema, como consejo, acude al especialista en cualquier momento de duda o detección de algo extraño en tu cuerpo. ¿Te ha parecido útil esta información?, ¿sueles revisar tus mamas?, ¿crees que estás suficientemente informada? Si necesitas ayuda, no dudes en contactarnos y te ayudaremos.
Dra. Esmeralda de Lorenzo, Unidad de Mama- Ginecología y Obstetricia Madrid